21.7.07

PROGRESOS ALIADOS EN AFRICA. BALANCE DE LA CAMPAÑA SUBMARINA A FINES DE 1915.







Ante las noticias preocupantes que llegaban de Europa, en el verano de 1914 las autoridades alemanas concentraron tropas en el sur de la colonia de Namibia (oficialmente África del Suroeste Alemana) y se apoderaron del enclave británico de Walvis Bay  . 

El 22 de febrero de 1915 el primer ministro sudafricano Louis Botha dirigió a 67.000 efectivos sudafricanos  contra Namibia. Previamente, en otoño de 1914, había sido sofocada una revuelta entre los ciudadanos de ascendencia boer dirigidos por el teniente coronel Manie Maritz, que mostraban su disconformidad con la participación activa de la Unión Sudafricana en contra de Alemania. Aún estaban frescos entre ellos los trágicos acontecimientos de las guerras boers libradas en las regiones de Transvaal y Orange a principios de siglo, cuando Inglaterra era su adversario, y cuando los germanos les prestaron apoyo diplomático  en esa difícil tesitura. FOTO. EL POLÍTICO SUDAFRICANO Y ANTIGUO GENERAL BOER, LOUIS BOTHA.


Pero estas dificultades no paralizaron al acción de los sudafricanos; incluso entre los boers terminó imponiéndose la necesidad y la conveniencia de apoyar a los ingleses, para no desestabilizar el delicado equilibrio interno del país. El 4 de marzo de 1915 Namibia fue invadida por varios puntos simultaneamente, y los apenas 9.000 hombres que se les oponían ( alemanes, boers escapados de la fallida rebelión de 1914 e indígenas de las fuerzas locales ) cedieron terreno desde el primer instante, limitándose a realizar acciones de hostigamiento para retrasar la marcha de los Aliados en el desierto del Kalahari.

 
MAPA. EL ÁFRICA DEL SUROESTE ALEMANA ( NAMIBIA )


El 5 de mayo las fuerzas combinadas de los generales Jan Smut y Botha se apoderaron del nudo ferroviario de Karibib, y el 12 de mayo cayó la cercana Windhoek, capital de la colonia de Namibia. Lüderitz, el principal puerto a 500 kilómetros al suroeste de la capital estaba en manos sudafricanas desde el año anterior. Los alemanes vieron su control reducido a la norteña región de Ovambolandia, en una situación desesperada debido a su total incomunicación con la metrópoli. El 20 de mayo Botha solicitó la rendición al comandante Victor Franke, sustituto desde noviembre de 1914 del fallecido Von Heydebreck, y al gobernador Seitz, que tras unas semanas de resistencia, terminaron cediendo el 9 de julio de 1915, cuando aceptaron la capitulación en Khorab. 


FORO. BATERIA DE CAÑONES DE 77 MM EN AFRICA DEL SUROESTE

FOTO. COLUMNA DE INGLESES DE NIGERIA, EN LA EPOCA DE LA LUCHA POR CAMERÚN. 

En Camerún, al comienzo de las hostilidades los ingleses capturaron el principal puerto de la colonia, Duala, el 27 de septiembre de 1914 sin encontrar apenas resistencia, en tanto que los franceses impulsados por el general Joseph Aymerich ocupaban los puestos fluviales alemanes sobre el río Congo, precisamente cedidos por Francia para aplacar a Guillermo II durante la crisis de 1911. La facilidad de estas conquistas preliminares se debía paradójicamente a las intenciones de organizar una defensa en profundidad centrada en Ngaundere, en las tierras elevadas septentrionales, rodeada de un hinterland fértil y con accesos bien protegidos por su entorno natural. La decisión de "ceder para conservar" se había tomado en previsiones que se remontaban a 1913; en el caso de Camerún resalta lo temprano que se estableció una estrecha colaboración entre la autoridad civil del gobernador Karl Ebenmainer y la militar para tratar de conservar la posesión del territorio, mucho mayor que en otras colonias alemanas donde las acciones bélicas fueron interpretadas por los militares como una mera extensión del teatro de la lucha en Europa. No obstante en Garua, en la parte norte de la colonia, los alemanes lograron derrotar a un contingente británico tempranamente, el 30 de agosto de 1914, dando muerte al jefe enemigo, el coronel McLeor.

                               FOTO. VISTA DE UN SECTOR DE LAS DEFENSAS DE GARUA 



El gobernador del África Ecuatorial Francesa, M. Merlin, fue el principal promotor de las expediciones de 1915 cuyo blanco era Yaunde, la ciudad más grande del interior de Camerún. En un primer momento, en junio de 1915 los germanos lograron bloquear las expediciones francesas y belgas que penetraban procedentes del este y sureste, pero el aislamiento causo estragos en la logística, en la forma de una creciente escasez de municiones de fusil y ametralladora. El comandante Zimmermann, responsable local de la Schutztruppen, cometió un fatídico error al desguarnecer diversos puntos, como Garua, que formaban el dispositivo externo de la posición clave de Ngaundere. Garua estaba defendida por 300  hombres al mando del capitán Von Crailsheim, equipados con 11 ametralladoras y 6 cañones, pero cayó en manos de una fuerza inglesa dirigida por Cunliffe-Owen tras un asedio desde el 18 de abril hasta el 10 de junio. A instancias de un perspicaz coronel francés, Brisset, que se había dado cuenta de la verdadera importancia de Ngaundere, los Aliados continuaron su marcha hasta tomarla por sorpresa. Los puntales del hábil plan germano se derrumbaron así de un modo casi casual.

La agónica resistencia alemana se concentró en Yaunde, demasiado expuesta al empuje simultaneo de los ingleses de Charles Dobell, procedentes de Nigeria y la presión de los franceses que partían de Nola, sobre el río Sanga. El final era inevitable y después del parón impuesto por la estación de las lluvias las diferentes columnas aliadas contactaron el 8 de enero de 1916 en Nachtingal, al norte de Yaunde. Unos 6.000 askaris y 1.000 alemanes se replegaron hacía el sur del país en búsqueda de asilo en Río Muni ( el sector continental de la Guinea Española ), territorio neutral español fronterizo con Camerún. Fueron acogidos y desarmados por las autoridades españolas, y permanecieron internados a la expectativa de acontecimientos. 

En el extremo norte Mora aguantó hasta el 18 de febrero de 1916, cuando el capitán Von Rabe aceptó unas generosas condiciones de capitulación: los askaris serían licenciados y retornarían a sus hogares, los alemanes internados en Gran Bretaña, y 2.000 libras inglesas serían utilizadas para pagar los atrasos a las tropas.




MAPA. EVOLUCIÓN DE LA CAMPAÑA EN CAMERÚN 1914-1916


FRAGMENTO DE DESPACHO RECOGIDO EN EL PERIODICO " EL DIARIO ESPAÑOL " DEL LUNES 8 DE MAYO DE 1916:

" Los alemanes del Camerón. En Pamplona. A las siete de la mañana llegó un tren especial con unos 250 alemanes internados. Fueron recibidos por el obispo y varios comisionados. La multitud invadió los andenes, ocupando luego todo el trayecto de la ciudad por donde habian de pasar los internados, a los que se les tributó un recibimiento cariñoso, siendo saludados con aplausos y vítores. los soldados y clases alemanes han sido instalados en el pabellón de la ciudadela. "


Dentro de la pugna en el mar, a consecuencia del incidente del "Lusitania" en junio de 1915 se impusieron una serie de severas limitaciones a la actividad de los submarinos alemanes: prohibición de atacar a cualquier tipo de buques de pasaje y a los de bandera neutral, a pesar de que cínicamente los ingleses ondeaban en sus navíos pabellones extranjeros. Un nuevo incidente, con la destrucción el 19 de agosto del paquebote "Arabic" ( 15.800 toneladas) a manos del U-24 del teniente de navío Schneider, que actuó por sorpresa en inmersión contraviniendo las directivas recibidas, volvió a agravar las relaciones con Estados Unidos al producirse algunas víctimas yanquis. Se repitió el ciclo acaecido con el " Lusitania ": protestas airadas de EE.UU. seguidas de desvelos diplomáticos y un nuevo torniquete a la campaña submarina en la reunión del 26 de agosto en Pleiss del Cuartel General, a la que acudieron entre otros Guillermo II, Bethmann-Hollweg, Falkenhayn, Von Tirpitz como secretario de estado para la marina y el almirante Bachmann que ejercía de jefe de Estado Mayor de la Flota. Las nuevas medidas restrictivas aprobadas provocaron el furor del anciano Von Tirpitz y del almirante Bachmann, que presentaron la dimisión a comienzos de septiembre. El káiser la rechazó en el primer caso, debido a los respaldos políticos de Von Tirpitz entre las formaciones derechistas, y la aceptó en el segundo, reemplazándolo en el Estado Mayor de la Flota por Henning Von Holtzendorff, que ha continuación promulgó ante los oficiales responsables unas directivas que coartaban seriamente la efectividad de los sumergibles germanos: " Su majestad el Kaiser ha ordenado completar su orden del 6 de junio con la prohibición de hundir hasta nueva orden cualquier barco de pasaje, incluidos los de pequeño tonelaje, sin advertencia previa y sin asegurar el salvamento de pasajeros y tripulaciones " y otra más el 18 de septiembre: "La situación general exige que se excluya, durante las próximas semanas todas las posibilidades de incumplir las órdenes que han sido dadas respecto a la lucha submarina. durante este período cesará , por lo tanto, toda actividad en la costa occidental inglesa y en el canal de la Mancha. Se proseguirá la guerra submarina en el mar del Norte, conforme al derecho de presa."

 " FOTO. EL ALMIRANTE HOLTZENDORFF.

Un cierto consuelo para los líderes de la marina alemana lo representó el incremento en la entrega de unidades submarinas construidas por los astilleros: 52 en 1915, lo cual abría buenas perspectivas de cara a la posible reanudación de operativos a gran escala en 1916. Además se mejoraban las prestaciones técnicas en los nuevos tipos: las series posteriores al U-40 desplazaban mas de 700 toneladas y podían llegar a 17 nudos en navegación de superficie, mejorando su autonomía oceánica al disponer de más combustible y torpedos. En la primavera de 1915 también se ampliaron los escenarios de actuación con la transferencia de varias flotillas al Mediterráneo, que como hemos visto apoyaron a los turcos en la lucha por los Dardanelos. Se estacionaron en el puerto austriaco de Cattaro, cerca del canal de Otranto, y en el turco de Esmirna.




CUADRO. TONELAJE DE HUNDIMIENTOS DE CARGUEROS ALIADOS ATRIBUIBLES A LA GUERRA SUBMARINA, VERANO DE 1915:

JUNIO......131.400
JULIO.......109.000
AGOSTO....185.000

El balance de la actividad submarina en el otoño de 1915 ascendía a un total de 850.000 toneladas aliadas, al costo de 15 submarinos; lejos de las expectativas de asestar un golpe demoledor a los Aliados, pero muy meritorias considerando el reducido número total de submarinos implicados y los trastornos e incertidumbres que generaban en las previsiones de abastecimiento de la Entente.

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